Excelente documento, publicado en el blog de un excelente profesor universitario de Fisiología del Ejercicio José López Chicharro.
Nuestro método de entrenamiento.
Interval training (V): ¿qué respuesta fisiológica se busca?
En el diseño de una sesión de entrenamiento con intervalos se ha de tener en cuenta las adaptaciones que se pretenden conseguir. Alcanzar el objetivo dependerá de las respuestas provocadas por el entrenamiento, y estas de cómo conjuguemos los distintos componentes del interval training. A continuación comentaré algunos aspectos fisiológicosa tener en cuenta: en la fase inicial del intervalo, el sistema porta-oxígeno (respuestas respiratoria y cardiocirculatoria) no alcanza los valores requeridos desuministro de oxígeno a los músculos debido a la cinética del VO2. Por tanto, una parte importante de los ATP requeridos para esa carga se obtendrán de las reservas intracelulares de oxígeno de la mioglobina, y de los fosfatos ricos en energía. Hay quetener en cuenta que la utilización de esos fosfágenos puede hacer variar la relación ATP:ADP-AMP, algo interesante de cara a obtener estímulos intracelulares. Quizás la respuesta metabólica más buscada con el entrenamiento con intervalos sea la activación del metabolismo del lactato (glucólisis anaeróbica). La tasa de producción de lactato dependerá de la intensidad, mientras que la cantidad de lactato producido dependerá de la duración del ejercicio a esa intensidad. Por consiguiente, la concentración de lactato en sangre será el resultado del balance entre la producción y el aclaramiento o eliminación del mismo. Hay que tener en cuenta que la duración de los intervalos es un factor más crítico de la duración de las fases de recuperación, en determinar si el lactato se acumulará ó no. Así, periodos cortos de ejercicio (20-30 s) permiten alcanzar un estado estable de lactato, a pesar de que la intensidad sea superior al máximo estado estable del lactato (MLSS). La ventaja de este perfil de protocolo es que la intensidad de ejercicio podrá ser sostenida más tiempo, dando como resultado un mayor tiempo total de estímulo a altas intensidades. Protocolos de 3-4 min en Fase III, se asocian con niveles altos de lactato, algo que mejora los sistemas de transporte, así como la tolerancia al lactato. Además, hay que tener en cuenta que la acidosis asociada limita la actividad de la enzima fosfofructoquinasa (FFK), lo que conlleva un cierto freno de la glucolisis, y por consiguiente una activación adicional de las rutas aeróbicas de obtención de energía. Es por ello, que estos protocolos son muy eficaces para mejora del VO2max.
Hay muchos más aspectos que comentar y discutir de esta modalidad de entrenamiento, como las características de la recuperación, etc., pero no pretendo alargar en exceso esta serie de entradas dedicadas al interval training. Eso sí, os animo a alejaros de las recetas establecidas y tratar siempre de justificar fisiológicamente por qué utilizar intervalos de 2,3,5, ó 8 min, por qué recuperación activa o pasiva, por qué periodos de recuperación de 1,2,4 ó “5” minutos, etc.